Porque la noche está con los ojos abiertos
y no han querido dormir los cielos…
porque las aves están perdiendo el vuelo
y se han llevado en sus alas cada sueño…
Porque la luna se hizo mil pedazos
sobre la espada que me parte el alma…
y fue llorando cayendo en las cascadas
como lágrimas de sangre en mis miradas…
Porque los grillos cantan tristes serenatas
a cada estrella que parece desvelada…
y las luciérnagas se tiñen de nostalgia
desvaneciéndose su luz al dar la espalda…
Eileen Ovalle
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