Me mataste…
con tan sólo una mirada
despiadada…
como el fondo de tu alma…
Y me heriste...
con la daga de tu pecho
donde fue cayendo muerto
mi sensible corazón…
Tus palabras…
parecían cual puñales
que me queman…
como el fuego de pesares
Y el silencio…
que se vive en mi desvelo
me destroza el sentimiento…
y el amor que yo te di…
Eileen Ovalle
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