Sus cabellos se merecen al viento
su sonrisa es una melodía…
en silencio lo miro un momento
y la magia me envuelve la vida…
Y la rosa pintada en su boca
que se abre en sus labios de vino
hoy me invitan a beber la copa
y a brindar entre tanto delirio…
Cantaré como una serenata
a sus ojos vestidos de plata…
y le haré suspirar en mi cuerpo
en la cima secreta de un beso…
Esos ojos parecen luceros…
y su pecho saetas de fuego…
que de luz pintarán nuestro cielo
por lo mucho mi amor que lo quiero…
Y sus manos de finas caricias
que me endulzan la piel encendida
hoy me dan infinita locura…
con su amor y con esa ternura…
Y esa boca que tanto provoca…
la pasión que germina en sus labios
se hace miel cada vez que me toca…
floreciéndome como los nardos!
Eileen Ovalle
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