Bajo la faena cumplida del viento
el polen, las hojas… anclaron al sol
y aún palpitante en el aire…
con ese donaire se aferra tu amor…
Las piedras bañadas de vida
bajo las pupilas del amanecer…
parecen pintarme el camino
que tal vez tomaste vestido de piel…
Añejas cascadas de lluvia
recorren las grietas de la soledad
aquellas que viste llorando
con ese delirio por tu vanidad…
Pequeños pedazos de cielo
se fueron bordando a tu cuerpo de luz
brotando como crisantemos
que estaban fragantes con tu plenitud…
Cual ángel tendido en los ríos
de tus desvaríos... buscaba tu voz…
al tacto de los manantiales
sobre los caudales de todo tu amor…
La aurora contaba las horas
que habían dormido con tu intimidad
al borde de tus labios frescos
tan dulces y eternos como tu mirar.
Eileen Ovalle
3 comentarios:
Este poema es hermoso Eileen distinto a tu estilo preferido pero me encantó.
Marlon
Escribes muy lindo quede impresionado con tu blog.
Saludos
Roberto
Hola Eileen me recomendaron tu página y está preciosa en verdad, felicidades que lindo escribes.
Teresa
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