Insólito silencio
que murmuras a mi oído
el peso de la noche…
la ausencia del olvido…
Flagelo de las horas
vestidas de amargura…
que lloran la locura
del tiempo en el reloj…
Pedazos de recuerdos
cayendo como lluvia…
sobre mi pecho herido
de tanto desamor…
Y un sueño en la distancia
que espera por tus besos…
aquellos en tu ausencia
dejaron de existir…
Las calles silenciosas
las sombras insolentes…
se abrazan a mi paso
llorando en soledad…
Mi tímida agonía
se encuentra en sintonía
con el rincón oscuro
de un pobre corazón…
Que llora el abandono
absoluto y desmedido
que me dejó tu olvido
perdiendo la razón…
La noche está desnuda
al borde del abismo…
la luna está observando
mi desesperación…
Los versos de un poema
tiritan a escondidas…
muriéndose de pena
por la desilusión…
De pronto el viento grita
tu nombre sin consuelo…
llorando por el duelo
de aquello que murió…
Dos lágrimas vacías
llevando la agonía…
de todas las heridas
que me dejó tu adiós…
Y el tiempo es un verdugo
vestido de nostalgia…
que corta con su yugo
mi última ilusión…
Cayendo de rodillas
se me escapa la vida…
aquella que tenía
a solas con tu amor…
Sepulcro de los sueños
y lápida vacía…
por todos los recuerdos
que no pude escribir!
Eileen Ovalle
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