Estaba dibujando tus ojos en la noche
y una estrella fugaz pero atrevida…
se anidó en tus pupilas encendidas…
Mire como al descuido el filo de los cielos
y el eco más intenso de un suspiro...
cayó por las rendijas de tu pecho…
Y dejé que el viento eterno…
cantara en la distancia
y toda su invasión gritó tu nombre!
Eileen Ovalle
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