Algo de ti se me quedó en el alma…
algo evidente como una mañana…
quizá fue el beso que me robaste
o tal vez la caricia que yo te robaba…
Algo por dentro se me clavó en mi pecho
algo completo como un juramento…
quizás fueron esas miradas tuyas
o tal vez han sido estos ojos míos…
Pero lo cierto amor es que nos pertenecimos
como dos espigas mecidas por el viento…
como los murmullos que abraza este silencio
y como ese tesoro de sabernos nuestros!
Eileen Ovalle
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