Esa ternura que escapaba por tus poros
esa balada incontenible de caricias…
esa sed en tu mirada…
y tu boca que danzaba…
por mi cuerpo saboreándome la piel…
Todo el fuego iba quemándome los senos
en el juego tan sensible del deseo….
los gemidos exquisitos…
despertando a los sentidos…
y los besos descubriendo un manantial…
Con tus ojos desnudando mi figura…
tus caricias destellando de ternura…
te abracé como una hiedra…
sujetando tus caderas…
y te fundiste por mi cuerpo como el sol!
Eileen Ovalle
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