En tus brazos de seda y delirio
con mis dedos formaba un camino...
que me llevan al monte divino
de tu pecho sediento del mío...
Con tus manos llenas de caricias
y tu boca que es una delicia...
fui sintiendo tu piel como vida
que me consumía haciéndose mía...
Ay amor me robaste mis besos
y en mi piel descubriste deseos...
que en verdad los tenía guardados
para despertarse de nuevo en tu pecho...
Tantos sueños palpando lo nuestro
y sin prisa sintiendo el momento...
los deseos marcando tu cuerpo
y ese sentimiento forjándose eterno...
Las miradas mi amor... extasiadas
parecían salirse del alma...
y ese fuego encendiendo la llama
que me provocaba tenerte en la cama...
Tu pasión invadiendo mi mundo
y tu pecho moreno y velludo...
que invitaba a tenerte desnudo
sin prisa ni apuro en cada suspiro...
Aún me siento tu aroma prendido
en cada sentido de todo mi cuerpo...
y ese fuego que sigue encendido
es como un delirio que clama tus besos!
Eileen Ovalle
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