Allí en la esquina más negra de la noche
donde ni la luna se atreve a desplegarse…
está este corazón herido que dejaste…
Donde los recuerdos se acostumbran al olvido
y donde las lágrimas se hacen más amargas…
está este corazón que se desgarra…
Apoyada por mi espalda…
como el fuego de una daga
está la pena inusitada de mi alma…
Y recostada en mis mejillas…
están las tímidas caricias
que se han perdido entre tu ser y mi agonía!
Eileen Ovalle
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