Mi corazón buscó agotado
el final de su destino...
tan roto y abrazado
a la huella de tu olvido...
El cielo lloró de pena...
por la muerte y la condena
tan absurda y desmedida...
que ha dejado tu partida
Peregrino corazón que estás herido
que te lames las heridas bajo el frío...
no te quedes en las sombras del recuerdo
que podrías perecer como un lamento!
Eileen Ovalle
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