A lo largo de mis muslos
vas subiendo cual montañas
a los montes del placer y de mi cuerpo
Vas tomando mis caderas
como si fueran laderas…
vas dejando la semilla de tus besos
Y te mueves como el viento
palpitante en el encuentro
recostado en el umbral de tus deseos
Abrazándote a mi pecho
que se funde con tu cuerpo
y rompiendo en un suspiro mi silencio
Eileen Ovalle
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