Sí… deben ser la horas… la hora del ocaso intenso
esas mismas donde sientes que canta la noche…
esa hora del crepúsculo de todos los pensamientos
que te obligan a abrazarte a los silencios…
Debe ser quizás el eco del viento en las montañas
o aquella brisa acariciante que me hizo recordarte…
pero lo cierto es que te extraño nuevamente…
con esa intensidad con que me embarga el peso de la vida!
Sí… debe ser ese aroma tuyo que ha quedado en mis rincones
o la sombra permanente de tu piel sobre mi cuerpo húmedo…
pero es ineludible encontrarte en mi existencia…
y tan inevitable amado mío… adorarte con el alma.
Eileen Ovalle
0 comentarios:
Publicar un comentario