Humedad prendida en tu piel dorada
y un beso que se escapa de mi alma…
invasión de sueños que acarician tu mirada
y yo desnuda sobre tanta piel mojada…
Calidez pausada entre todos los gemidos
que vienen y van como intensos ríos…
surcando los manjares de todo tu cuerpo…
entre los cristales de todos los besos…
La pasión ardiente colándose a mis muslos
buscando los secretos de mi nido…
esa espada eterna que seduce hasta mi vientre
penetrando mi figura y mis sentidos…
El calor que emana de los poros extasiados
se va diluyendo… en tantos deseos…
las manos ansiosas llenas de pasiones…
para seducirnos todos los rincones…
Tu boca y mi boca danzando con los besos
como cabalgata de potros salvajes…
tantos movimientos se van escurriendo…
como el agua clara de aquellos caudales…
Un gemido al viento choca con tu pecho…
en todo el derroche que nos entregamos…
bajo las miradas de esta noche eterna…
que mira en silencio cómo nos amamos!
Eileen Ovalle
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