EL ÚLTIMO BRINDIS

Si tus ojos me hubieran mirado
de seguro se habrían fijado…
en los míos vestidos de aurora
contando las horas de estar a tu lado…

Pero tú me negaste el derecho
y cerraste tu pecho a lo nuestro…
pero ahora no quieres marcharte
tampoco quedarte... mi amor no lo entiendo…

Ni la historia marcada de sueños
ni el ocaso rotundo de un beso…
me alejaron de tus sentimientos
y tampoco evitaron robarme el deseo….

Ni los vientos que rompen las olas
sedujeron la bruma en tus cielos…
mucho menos pasando las horas
he podido olvidar mi despecho…

Ya no quiero saber que te quiero
tan sólo deseo... poder olvidarte...
ni tampoco quisiera tenerte
más no me consuelo mi amor con perderte…

Esta herida me tiene vacía
se abraza a mi pecho en eterna agonía...
y tu ausencia me tiene desierta
como una quimera con la luz del día…

Levantemos la última copa
y brindemos saciados de tantos desvelos...
embriaguemos de nuevo los sueños
para que se pierdan mi amor en tu boca

Olvidemos que nos conocimos
en aquel camino de magia divina…
y tiremos al viento los besos
y aquellas miradas de toda la vida…

Recojamos aquellas caricias
que fueron cayendo por la piel desnuda...
y cubramos mi cuerpo y mis senos
con el viejo manto de aquellos recuerdos…

Arrullemos al viento en la boca
alzando la copa de todo el olvido…
y lloremos la pena insufrible
de aquellos momentos de tiempo perdido…

Yo te pido de vuelta mi alma
la que te llevaste entre cada mirada…
y también te reclamo las horas
cuando yo te amaba desnuda en el alba…

Rebalsemos la copa de olvido
por este cariño que hoy hemos perdido…
y brindemos por la noche ausente
que llora la muerte de nuestro destino…

Preparé tu equipaje cargado
de noches de estrellas y de luna llena...
y guardé el corazón destrozado
en tus ojos claros que han sido mi pena…

Necesito decir que te quiero
así no me muero por no confesarlo….
si mañana te olvidas de todo…
o si lo recuerdas... yo podré negarlo…

Esta noche de copas y olvido…
que nos tiene heridos como dos puñales…
se convierte en la triste morada
de toda mi alma tan enamorada….

Que locura llorar la amargura
de saberme amada y también olvidada…
y por eso alcemos la copa
que me tiene loca y también embriagada!

Eileen Ovalle